13 de diciembre de 1996
Conclusión
La características de México exigen cada vez más y mejores científicos de
la ingeniería. Toca al Instituto establecer estándares superiores
profesionales a través de la práctica ejemplar de la ingeniería, siempre
perfectible, que revela invariablemente nuevos retos. En una sociedad como
la nuestra, el ingeniero debe ser cada vez más inventivo, original y
productivo, para impulsar la dinámica del conocimiento. De ello depende que
nuestra ingeniería sea competitiva y, en consecuencia, mejor aceptada en el
ámbito laboral, nacional o internacional.
La calidad y cantidad de nuestra producción de investigación y formación de
personal deben aumentar. Se ha alcanzado una elevada calidad y
productividad en algunos grupos del Instituto, lo que revela nuestra
capacidad para establecer estándares en otras áreas de la profesión. Esta
labor debe continuarse en las áreas emergentes de nuestra institución así
como en otras universidades y centros de investigación del país, para las
cuales pretendemos continuar como paradigma de desarrollo.
